En el caso de las
lanzas de nieve, la innivación se produce siguiendo el mismo principio que en los generadores de ventilador. Sin embargo, para la cristalización de los copos de nieve es necesaria una gran altura de caída y, a diferencia de los generadores de ventilador, no cuentan con una turbina. Por este motivo, el alcance de las lanzas de nieve es más reducido y la sensibilidad al viento es más elevada, pero, a cambio, permiten una innivación más precisa. La cantidad de nieve producida por una lanza es comparable a la de un generador de ventilador pequeño. Los ámbitos de aplicación ideales son, por ejemplo, secciones de pistas más pequeñas sin una particular exposición al viento, pistas de conexión o recorridos de esquí.